Cómo financiar un negocio (2ª parte)

Si el miércoles pasado hacíamos un recorrido por las fórmulas de financiación más tradicionales, en el post de hoy veremos las más novedosas o de reciente implantación en nuestra economía porque el abanico de posibilidades para financiar un negocio se ha multiplicado.

Aunque no nos guste demasiado y nos resistamos a ello hay que tener presente que de una buena financiación dependerá, en la mayoría de los casos, nuestro negocio en sus primeros años de vida.

Las nuevas fórmulas de financiación colectiva: si antes normalmente teníamos tan sólo unas pocas personas que podían resolvernos una necesidad de financiación, ahora pueden ser muchas a la vez. Esta novedosa técnica consiste en utilizar el poder de Internet para conseguir nuestro bien más preciado, nuestro “tesoro”: la financiación requerida.

Entre las fórmulas de financiación colectiva encontramos dos posibilidades diferentes:

– Por un lado, las plataformas de crowdfunding que son sitios web donde se puede ofrecer la posibilidad de donaciones con algún tipo de contra prestación relacionada con el proyecto.
Y es que, a través del crowdfunding, se puede participar en plataformas colectivas cuyo principal objetivo es que los emprendedores puedan recaudar dinero gracias a la participación de los propios usuarios, quienes pueden donar la cantidad monetaria que deseen si el proyecto les gusta y desean que se ponga en marcha.
En España, los portales de crowdfunding más famosos son Lanzanos, SeedQuick y Verkami, aunque cada vez son más las plataformas de este tipo que ayudan a los emprendedores españoles a conseguir el dinero que necesitan para convertirse en empresarios.

– Por el otro lado, encontramos el Crowdlending o plataformas de financiación colectiva donde se publican necesidades financieras de algunas empresas aportando seguros, avales, etcétera para que los particulares que puedan presten ese dinero que se necesita.

Los partners estratégicos son una vía muy recomendable, según los expertos, para sectores tecnológicos y con componentes complejos en el ámbito digital. Por ejemplo, si tu principal obstáculo para empezar con un negocio es la construcción de una plataforma web potente, puedes contactar con partner técnico para que la haga “gratis” a cambio de un tanto por ciento de la empresa.

Y aquí viene otro término de reciente creación: el Bootstrapping: es, sin duda alguna, la más dura de todas las opciones. Consiste en empezar un poco como sea, como se pueda y si hace falta se sale al mercado sin “colchón” y con las primeras ventas se va financiando el proyecto.

Para los emprendedores o startups también existen las Incubadoras y aceleradoras que son distintos entornos de startups en fases tempranas que las ayudan a crecer ofreciéndoles un espacio físico, estructura y contactos para conseguir financiación.